Si queremos podar los geranios en invierno tenemos que saber que hay que seguir una serie de reglas para que los mismos no se nos estropeen.
Es por ello, por lo que se recomienda podar los geranios cuando aún no hace demasiado frío para conseguir que las heridas cierran correctamente sin congelar al mismo.
Es por ello, por lo que se recomienda podar el geranio como muy tarde en octubre, siempre y cuando no haga demasiado frío. Mientras la poda no tiene que ser demasiado severa, a lo cual tenemos que recordar que tenemos que cortar justo entre la mitad de una hoja y otra.
Por otra parte, si nuestro geranio se ha visto afectado por el gusano del geranio, lo que tenemos que hacer es cortar todas las partes afectadas, ya que con esta medida vamos a paliar la infección del mismo para la próxima temporada.
Para terminar, una vez que hemos podado el geranio, lo mejor es regar cada día de forma moderada, siempre y cuando no haga frío, para más tarde protegerlo en un invernadero adecuado para este tipo de plantas, con el cual lo protegeremos durante la época de más frío.