Si queremos quemar la poda en la chimenea durante el invierno, puede ser una buena idea, ya que si tenemos la suerte de tener la misma, la leña que consigamos de nuestra poda nos podrá venir muy bien para disfrutar de unas horas de calor. Eso sí, esto dependerá de la cantidad recogida, la calidad de la madera y sobre todo del grosor de la misma.
Para ello, es importante realizar una buena poda a nuestros árboles. Con esto no queremos decir que los dejemos a cero, sino que tenemos que realizar una buena poda a los mismos, con el objetivo puesto en conseguir que el próximo año broten lo mejor posible.
En cuanto a la poda, siempre tenemos que realizarla cuando se recomienda podar a cada árbol. Una vez podado, lo que tenemos que hacer es recoger dicha leña y dejarla secar en un lugar seco durante una semana o dos, con el objetivo de que queme bien.
Cuando está seca, ya la podemos introducir en nuestra chimenea de leña y quemarla, con el objetivo de conseguir calor y por ello aprovechar al máximo nuestra poda. Eso sí, no recomendamos guardar la leña de un año para otro, ya que esto hará que la calidad de la misma empeore y sobre todo sea una fuente de insectos.
Si no tenemos chimenea o estufa de leña, también podemos usar la poda para realizar barbacoas y disfrutar de una buena carne con la leña producida por nosotros mismos.